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Este lunes, la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump realizaron sus últimos eventos de campaña en los estados que serán decisivos en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Mientras Harris llamó a la unidad y al cambio, Trump intensificó sus ataques, con discursos que incluyeron acusaciones sin evidencia de fraude electoral por parte del Partido Demócrata.
Trump visitó tres estados clave —Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia— en un intento por consolidar el apoyo de su base en territorios que serán cruciales para su victoria. Su discurso, marcado por una retórica violenta y ofensiva hacia su oponente y el partido rival, incluyó comentarios sobre su derrota en 2020 y una controversia sobre las máquinas de votación. El exmandatario afirmó, sin pruebas, que los demócratas están "intentando robar esta maldita elección", lo que generó reacciones de preocupación en círculos políticos y en medios nacionales.
Por su parte, Harris optó por una campaña de contacto directo con los votantes en Michigan, uno de los estados más disputados. En un discurso ante votantes en una barbería y un restaurante de comida local, la vicepresidenta evitó mencionar a Trump, enfocándose en cambio en su visión de un "nuevo comienzo" para el país. Harris también buscó ganarse el apoyo de la influyente comunidad árabe-estadounidense de Michigan, prometiendo acciones concretas para contribuir a la paz en Gaza, un tema de alta sensibilidad en esa región.
Ante esto, los esfuerzos de última hora por atraer a votantes árabes y musulmanes han sido una prioridad para ambos candidatos. Trump, en un evento reciente en Georgia, señaló que Harris no obtendría buenos resultados entre este grupo, haciendo alusión a la colaboración de la excongresista republicana Liz Cheney con la campaña de la vicepresidenta.
Este último día de campaña refleja la profunda división en el país, con ambos candidatos representando visiones opuestas para el futuro de Estados Unidos. Mientras los estadounidenses se preparan para votar, los analistas coinciden en que esta elección será una de las más reñidas y polarizadas en la historia reciente.
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