El proyecto de reforma al Código de Aguas fue aprobado, en general, en la Sala del Senado por 36 votos a favor y 0 en contra. La iniciativa modifica el régimen jurídico de las aguas del Código de Aguas de 1981, y pasó a discusión en particular en el camino para ser promulgado como Ley.
“Chile es uno de los países que está sufriendo el cambio climático en forma más extrema. Estamos sufriendo una sequía que ya se extiende por más de una década. Este es un cambio que evidentemente ha llegado para quedarse. Por eso, esto es algo en lo cual tenemos que trabajar todos juntos, esto no tiene un color político y creo que la sala del Senado hoy día ha refrendado eso”, dijo el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno.
El proyecto reconoce el acceso al agua y saneamiento como un derecho humano esencial e irrenunciable; considera al agua como un bien nacional de uso público cuyo dominio y uso pertenecen a todo los habitantes. Los derechos de aprovechamiento de aguas se constituirán en función del interés público, que incluye el resguardo del consumo humano y el saneamiento, la preservación del ecosistema, la disponibilidad de las aguas, la sustentabilidad acuífera y, en general, aquellas acciones destinadas a promover un equilibrio entre eficiencia y seguridad en los usos productivos.
Además, modifica el concepto de derechos de aprovechamiento de aguas: Les da el carácter de temporal en virtud de una concesión; reconoce una nueva categoría de derecho para usos no extractivos o de uso en su fuente, restringe el uso de ciertos derechos de aprovechamiento de aguas en situaciones de escasez y establece causales de extinción y caducidad por la no inscripción en el Conservador de Bienes Raíces.
A partir de ahora, se abre el periodo de indicaciones hasta este jueves a las 9.30 de la mañana, y se van a discutir en la Comisión de Recursos Hídricos del Senado, para que este proyecto de ley vuelva a la Sala para su discusión en particular.
Los combinados nacionales deberán medirse contra rivales de Colombia, Uruguay y entre chilenos.
Ambos estaban desde el inicio con el exsubsecretario del Interior y dieron un paso al costado, ídem a lo ocurrido previamente con María Inés Horvitz.